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martes, 12 de junio de 2018

EL MAGISTER JURIS EN EL ENFOQUE POR COMPETENCIAS Y EN EL MARCO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DE MÉXICO

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE DERIVADAS DEL ACOMPAÑAMIENTO DEL TUTOR-DOCENTE...

En determinados momentos existen fenómenos sociales que implican una excepción a las verdades consagradas, se organizan nuevas ideas y se expresan para prevalecer a través de los años. Empero, la subsistencia de esos planteamientos es proporcional a la fecundidad de cada uno, esto es, en función del impacto en la realidad y particularmente, en tanto se encuentren al servicio de la fuerza dominante. La incidencia e influencia de los nuevos cánones en la realidad, se garantiza sólo con su reconstrucción constante que supone una lucha de poderes fácticos hasta lograr estabilidad.

La globalización es un  fenómeno en el que México se encuentra inmerso; bajo esa premisa, toda acción, independientemente del lugar donde se produce, repercute a nivel global. El canon en mención conlleva la eliminación de barreras y una interacción creciente. Los temas que tradicionalmente constituían una verdad, empiezan a cuestionarse, se duda de nueva cuenta de todo, a la más vieja y pura usanza del renacimiento. Luego, todo Estado se convierte en una entidad plural, polifacética, sui géneris e incluso multidimensional, caracterizada y definida por prácticas sociales de intervención, situadas en el tiempo y en el espacio, producto de la influencia de diversos actores, desde personas, instituciones, órganos administrativos, sindicatos, organizaciones de profesionistas, universidades, grupos de investigación, organizaciones internacionales, hasta  poderes fácticos –multinacionales, por ejemplo–

Una de las verdades cuestionadas encuentra relación con la función del docente, con la enseñanza y con el aprendizaje, con la práctica educativa, con la formación de los docentes, con las instituciones educativas como entes exclusivos de desarrollo de capital humano. En ese contexto, surge una serie de combinaciones de múltiples actores que reclaman el uso de la voz para expresar e imponer lo que debe hacerse, para argumentar su causa mediante razones disímbolas y contradictorias a fin de incidir en la realidad del Estado mediante la alineación de pareceres.

Bajo esas premisas, surge la idea de que los conocimientos se encuentran a disposición de todos, especialmente con el predominio y expansión de las tecnologías de la información y de la comunicación; en razón de ello, el monopolio de los docentes como portadores exclusivos del conocimiento se pierde, no hay académico que pueda competir con las computadoras, los conocimientos ahora son susceptibles de apropiación de cualquiera que desarrolle determinadas habilidades. Entonces, el docente ya no transmite conocimiento exclusivamente sino que debe contribuir a desarrollar una serie de competencias, esto es, conocimientos combinados con una suma de habilidades, aptitudes y valores; la sola transmisión de conocimientos es rebasada para ocupar sólo un ápice en la idea predominante de competencia.

El docente del siglo XXI se afianza en la medida que contribuye a desarrollar en los alumnos una serie de competencias previamente definidas. Con esa línea de razonamiento como premisa, no importando el área disciplinar o el nivel (básico, medio superior, superior, posgrado), el docente también debe poseer una serie de competencias previamente definidas para contribuir a desarrollar la de los estudiantes; sin embargo, esa verdad contrasta, según el parecer de voces autorizadas, con otras verdades: la experiencia  y la libertad de cátedra.

Esas realidades, suponen un margen discrecional del docente en el que sustenta que sabe hacer las cosas por los años que lleva en su función y que cuenta con facultades de acción relacionadas a ¿Qué enseñar?, ¿Cómo enseñar?, ¿Qué medios emplear?, ¿Qué técnicas practicar?, ¿Qué métodos didácticos implementar?, ¿Qué recursos o herramientas utilizar? y ¿Cómo evaluar?

En otras palabras, focalizado en la enseñanza del nivel medio superior, existen actores, fuerzas e intereses que pugnan para que el profesionista se profesionalice en el campo de la docencia, especialmente en el enfoque por competencias, frente a otras que pretenden privilegiar el absolutismo de la supuesta experiencia y de la libertad de cátedra del profesionista que funge como docente.  Esa confrontación de realidades disímbolas y contradictorias se contextualiza en el marco de grandes intereses económicos, propuestas académicas, necesidades empresariales, obligaciones legales así como de políticas públicas locales y globales.

El Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos, me obsequió la mejor anécdota… abandonar el paraíso que proporciona la reflexión en relación con la acción docente, es decir, dejé el simple análisis teórico y crítico derivado de la investigación sobre la educación; y con ello también me regaló la oportunidad de reflexionar en la acción, a efecto de intervenir y experimentar de manera directa con mi práctica docente, en el contexto en el que se desarrolla, lo que ha significado contribuir a la solución inmediata de problemas urgentes y apremiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje; joyas de la vida que a la postre, me llevarán a la reflexión sobre la acción del docente, en particular del Magister Juris, abriendo un abanico de posibilidades para hablar, como una voz autorizada, sobre la educación y sus áreas de oportunidad para así, encontrarme en condiciones de regresar, a la reflexión en relación con la acción e iniciar un circulo virtuoso.


En suma, el Colegio de Bachilleres del Estado de Morelos, me permitió abandonar la simple contemplación teórica del hecho, me ungió de simple espectador a un actor directo y me regaló la posibilidad de encontrarme en condiciones de dialogar sobre educación con conocimiento de causa.

Reflexión de Introspección Personal o Autoevaluación 
Sobre la Profesionalización del Docente 
a Partir del Acompañamiento Tutorial.

Evaluación Bimestral: Módulo I y II

A partir del análisis de las competencias genéricas, llegue a la conclusión de que la labor docente en la educación media superior debe centrarse en generar ambientes para el aprendizaje y la enseñanza; privilegiando las actividades de la primera, lo anterior, supone el empleo de los recursos disponibles, la generación de técnicas, estrategias, modelos, principios, materiales,  etc. Pero toda esta labor resulta en vano sí se lleva a cabo de manera desvinculada del Marco Curricular Común actual, mismo que determina un enfoque para desarrollar y construir una serie de atributos inherentes a las denominadas competencias genéricas, los cuales permiten vislumbrar con claridad en dónde se debe centrar el esfuerzo y la razón de ser en la formación de jóvenes.

Con el conocimiento de las competencias disciplinares básicas y extendidas relacionadas con la asignatura Derecho I, llegue a comprender que mi labor como docente no sólo se limita a tener dominio del contenido de la materia y simplemente llevar una dinámica tradicional de enseñanza, sino por el contrario, al conocer el motivo de ser de las competencias disciplinares, los contenidos de la materia los he tratado de ejemplificar y vivificar de manera práctica en un contexto relevante para el alumno a efecto de lograr en mis estudiantes un aprendizaje significativo.

A partir de una reflexión que me encamino, la tutoría también me permitió diseñar un perfil de egreso del estudiante en la asignatura  Derecho I y sobre todo, definió la importancia de mi labor docente con la asignatura, lo que a su vez significó una conjunción con la responsabilidad de formar a mis estudiantes para el ejercicio de la ciudadanía, para que se erijan como mexicanos críticos y justos al realizar actos de Derecho.

No obstante que fue una de las primeras actividades, conocer los estudios del servidor público e investigador Rodolfo Tuirán, me permitió rescatar información valiosa ya que retoma puntos que constituyen auténticas experiencias de éxito, brillando con luz propia, los resultados en los Estados que realizan trabajo colegiado de manera recurrente y comprendí que es un reto al que debemos contribuir los docentes como miembros de una comunidad educativa y no sólo realizar un esfuerzo individualizado y seccionado.

Desde otra perspectiva, como profesionista no profesionalizado en la docencia y a partir del compromiso que asumo todos los días para desarrollar los atributos de las competencias docentes, la tutoría me permitió comprender que en esta ardua labor docente, se enfrentan contratiempos y circunstancias adversas, pero ello no significa faltar a los requerimientos mínimos e indispensables que nos establece el Marco Curricular Común, además, el desarrollo de la actividad me permitió visualizar lo que he realizado y hacer una autoevaluación e incluso, la reafirmación de lo todo lo hecho y de lo no hecho aún. Merced de ello, se logra una aproximación a un plan de vida organizado para tener directrices concretas en la mejora constante como docente.

Finalmente, las actividades de estilos de aprendizaje y estrategias de micro-enseñanza, me permitieron aclarar el motivo de la variedad en el rendimiento de los estudiantes; definitivamente, a los alumnos como miembros de un grupo, se les debe plantear de diversas maneras y a partir de múltiples actividades de aprendizaje, un mismo contenido, a fin de que lo hagan un saber propio; simplemente fue descubrir que continuar con actividades exclusivamente de enseñanza, significa no realizar ningún esfuerzo porque no existe aproximación a la diversidad de formas mediante las cuales, los alumnos aprenden (inteligencias múltiples); por ende,  poner en práctica técnicas de micro-enseñanza permite focalizar el esfuerzo en dirección apropiada; en suma, la actividad me permitió identificar el estilo bajo el cual mis estudiantes asimilan su proceso de aprendizaje y por tanto, como área de oportunidad, se deduce que en mi labor docente no agote todos los recursos, dado que sólo categoricé entre los estudiantes de alto rendimiento y otros que no lo son, cuando lo correcto es puntualizar que cada uno de mis estudiantes tiene una manera particular de generar su aprendizaje, por tanto, mi función implica ponerla de relieve, enfocar el esfuerzo a través de una serie de estrategias de micro-enseñanza y potencializar los aprendizajes significativos.

Evaluación Bimestral: Módulo III y IV

El acompañamiento tutorial durante los presentes módulos (III y IV) resultó sumamente enriquecedor para el desarrollo profesional del sustentante; en particular es de estimarse, las técnicas que permiten el aprovechamiento del tiempo en el aula, como lo es la clase invertida, con la que se potencializa la administración del tiempo que dura la sesión de clase; de igual forma, puede destacarse la educación personalizada, misma que permite atender a cada alumno en particular a partir de identificar el estilo de su aprendizaje. Todo ello resulta congruente con una de las actividades, consistente en la consulta directa que merma la función del docente, es decir, la Ley General del Servicio Profesional, cuyos ordinales 12, 13 y 14, refieren los propósitos de la función del docente, entre los que precisamente se encuentra, aprovechamiento del tiempo en el aula y lograr el máximo de los aprendizajes en el alumno.

Desde otra perspectiva, la actividad relativa a los ambientes de aprendizaje y a la relevancia que guardan respecto a la interacción docente-alumno también resulto altamente fructífera, máxime que la misma fue vinculada con una serie de técnicas centradas en el profesor, en el alumno, en el desempeño y en el grupo; ahora bien, a merced de visualizar en una tabla analítica-comparativa las diversas técnicas, puede inferirse a la conclusión de aquellas que resultan idóneas para fortalecer el proceso dialógico entre el alumno y el docente, a efecto de alcanzar un ambiente propicio para el aprendizaje.

Las diversas actividades también ayudaron en demasía para modificar uno de los grandes cánones arraigados en los avatares de la educación, me refiero a la evaluación. En particular, apoyándome en múltiples lecturas inducidas, recomendadas por la tutora en línea así como en las diversas actividades de aprendizaje en el contexto del acompañamiento tutorial, arribe a un concepto individual de evaluación, derivado de una lista de palabras clave sobre lo que es y lo que no es evaluar; una vez concluida la lista, se amalgamaron en orden lógico, utilizando los conectores y aportando algunos elementos a partir de mi propia experiencia; bajo ese entendido, el acompañamiento tutorial me permitió arribar al siguiente concepto: Evaluar es un proceso sistemático, complejo, permanente y continuo que permite recopilar datos y evidencias relacionadas con los conocimientos, el desempeño, las habilidades, el seguimiento de instrucciones, el nivel de desarrollo de competencias, el ejercicio de valores y con la elaboración de productos que permite la toma de decisiones a partir de áreas de oportunidad, fortalezas y debilidades que funjan como retroalimentación que nutra de manera permanente, el proceso mismo de la evaluación a efecto de generar un circulo virtuoso en la toma de decisiones.

Finalmente, las actividades relativas a la práctica docente del sustentante durante el primer año así como el grado de cumplimiento de los indicadores de las cinco dimensiones, consideradas en la evaluación diagnóstica, incluyendo el análisis de los instrumentos utilizados en ejercicios previos, resultaron ilustrativas pero desde mi particular punto de vista irrelevantes ya que la evaluación diagnóstica, la presenté de manera previa; no obstante ello, entiendo que sí bien es cierto la reforma educativa y las leyes secundarias que derivaron de ella se encuentran en vigor, no menos cierto resulta que ello, no significa que por arte de magia, se conviertan en una realidad, sino que como proceso complejo, día a día se identifican un sinfín de áreas de oportunidad que es menester atender puntualmente a manera de transición; en razón de ello, sirva la presente reflexión para que tenga eco en las autoridades educativas y se aproveche la información que vierto, para que no se repita en lo sucesivo con los docentes que se incorporan y aun con procesos de evaluación en los que deba participar en un futuro.